A los perdedores de la guerra española del "36"
Es quizás el mejor título, la
mejor definición de quienes tuvieron que marcharse obligados por las
condiciones a las que se vieron sometidos al final de una guerra que hoy en día ya no se puede llamar civil,
pues habían entrado en el conflicto, originado por un golpe de estado al régimen republicano, varias potencias extranjeras (Italia, Alemania, Rusia…).
Hablamos de quienes tuvieron que dejar España tras la guerra de tres años, aquella guerra que se iniciaba un viernes diecisiete de julio, un no tan lejano julio del "36", y finalizaba un abril de 1939.
La Retirada, Éxodo y exilio de los republicanos españoles (Editorial El mono libre, 2020) es también el título de un
libro de un testimonio excepcional, del dibujante
Josep Bartolí i Guiu (Barcelona 1910, Nueva York 1995) a través de la
documentación de la periodista Laurence García y las aportaciones y comentarios
personales del sobrino de Josep, Georges Bartolí. Leerlo es llevarse a los
labios la tierra en la que fue enterrado el cuaderno de dibujos sobre el exilio
que sufrieron miles y miles de republicanos en los campos de concentración
franceses, Lamanère, Argelès, Saint Cyprien, Rivesaltes, Barcarés…, después de
perder la guerra; escenas brutales de la vida diaria miserable a la que fueron
obligados, y con la muerte acechando a cada instante. Su imagen de la
guerra está en los trazos de sus dibujos. Las imágenes hablan
solas, y la vida del dibujante, incansable activista político, pasa por
escenarios tan desoladores en el libro, que es necesario visualizar, y luego
seguir su obra en otros espacios creativos, y amorosos al lado de Frida Kahlo
en México, hasta que marcha a Nueva York. No vuelve a España hasta 1977, pero
volverá allí para morir en tierras americanas.
Otro exiliado, que sucumbió a su Retirada, fue Rodolfo Llopis (Callosa de Ensarriá, 1895-Albí, Francia,1983). Inició su labor profesional y política como, profesor de Geografía en la Escuela Normal de Maestros de
Cuenca entre 1919 y 1931, donde llevó a la práctica docente los principios de
la Institución Libre de Enseñanza, y donde tuvo una acción
decidida en la concienciación colectiva de una población sometida y
empobrecida. Creó el periódico La Lucha, donde escribió ampliamente su mensaje
político y social con temas como el pacifismo, igualdad y derechos de la mujer,
justicia social, libertades públicas y privadas. En aquellas páginas está su
máxima sobre la guerra: “Nosotros hemos considerado la guerra como una
aberración de la Naturaleza humana, como una bárbara regresión. La guerra, para
nosotros, es la negación brutal de todas las conquistas humanas.” (La
Lucha, 16-1-1921, del libro de Clotilde Navarro y José Luis Muñoz, Rodolfo
Llopis. Un aire de modernidad en la Cuenca de los años veinte, Colección
Atalaya, 2007).
Llopis se afilia al Partido
Socialista Obrero Español (PSOE) tras los sucesos de la huelga general revolucionaria de 1917 (convocada por UGT y el propio PSOE, y apoyada en algunos puntos del país por anarcosindicalistas de la CNT). Pero su carrera política se inicia en el Ayuntamiento
conquense, como concejal. En su periodo de desarrollo intelectual y pedagógico
participa en la fundación de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de
la UGT. Diputado por Alicante durante las Segunda República, es
posteriormente nombrado Director General de Primera Enseñanza por el ministro
Marcelino Domingo, y su labor inmensa consistirá en construir y equipar por
todo el país de escuelas primarias, con comedores y estudiantes preparados en
pedagogía, en el hasta entonces un desierto educacional. Subsecretario de
Presidencia con Largo Caballero, se mostró contrario a su compañero Juan Negrín
(quien manifestó que de haber durado cinco meses más, la guerra hubiera dado
vencedora a la República por la geopolítica del fascismo ítalo-alemán), y
contrario al excesivo poder que entendía estaba muy decantado hacia los
comunistas controlados desde Moscú.
En el exilio, en Francia,
Llopis es nombrado secretario general del PSOE en 1944 presidente del gobierno
en 1947, y presidente de UGT. Pugnó por mantener la jerarquía de la
organización del exterior frente a los nuevos dirigentes del interior. En 1971
pierde la presidencia de UGT, y en 1974, en Suresnes se queda en el PSOE
histórico frente al “Renovado” que pasa a tener entre sus dirigentes a Nicolás
Redondo, Pablo Castellano y Felipe González, entre otros. Volvería a España
para presentarse como senador en las listas de Alianza Socialista Democrática,
pero no obtendría escaño. Volvió a “retirarse” a Francia.
Un tercer protagonista de
"Retirada" fue Régulo Martínez (Cazalegas, Toledo, 1895-Madrid,
1986) un sacerdote que ejerce de párroco joven en la provincia de Guadalajara que, al vivir la situación paupérrima de los campesinos de la zona, choca con la jerarquía
montaraz del Cardenal Segura.
Tras colgar los hábitos, y
como republicano de fe y acción, llega a ser el presidente en Madrid del
partido azañista Acción Republicana, siendo su mayor
implicación durante el periodo de la contienda. Estando en París para gestionar
la ayuda de las potencias democráticas en el conflicto español, tiene la opción
de quedarse como exiliado. Pero decide volver y ejercer su lucha desde el
infierno de las cárceles represoras del régimen que instaura el general Franco. Comienza su “turismo carcelario”, como sugiere con ironía este conocedor de las
cárceles. En sus memorias en Republicanos de catacumbas (Historia del
franquismo, Ediciones 99, Madrid 1977) se pueden interpretar dos tipos de
acción, la del exilio interior de su vieja casa eclesiástica y su actividad
clandestina desde su salida de los callejones de la muerte que fueron las
celdas franquistas. Entre los protagonistas que conoce en ellas destaca a
Julián Besteiro, en la cárcel de Carmona, otro "rojo" que optó por
quedarse en un intento de trabajar desde "dentro" y al que Martínez
destaca como maestro de la Ética política y humana. Régulo va desgranando la
desesperación creciente ante el desamparo de los gobiernos y alianzas
democráticos de la vieja Europa, u otros continentes, durante y tras la Segunda
Guerra Mundial. Tan sólo sobrevive el apoyo incondicional de sus
compañeros en el exilio, aquellos que como Llopis o Bartolí mostraron por los
que se quedaron dentro de este ruedo de muerte. Sufrió, lamenta en sus páginas,
en sus confesiones abiertas, la marginación que se hizo con los republicanos en
los pactos de la Transición.
Como de papel, escrito o
dibujos hemos trazado estas coincidencias en la fecha del golpe de estado
contra la República aquel 18 de julio de 1936, del que se cumplen hoy ochenta y
cuatro años, valga una de las vivencias macabras que vivió nuestro último protagonista,
al albur de lo que salta en la biblioteca al azar. En su primera detención
Régulo, en los sótanos de Gobernación, se encuentra, a las cuatro de la
madrugada, con un viejo militante anarquista. Acababan de interrogarlo y lo
encuentra molido y medio ahogado en su camastro: “Amigo Régulo, querían
que yo declarase los nombres de todos los anarquistas que conozco del Puente de
Vallecas, y al negarme a ello me han propinado una paliza como puedes apreciar
por las señales en todo el cuerpo. Pues es que a ese mal trato añadieron el
pitorreo macabro de enseñarme un cuadro de Durruti, y me preguntar si le
apreciaba yo mucho, y al contestar que estimaba bastante, me dijeron: “Pues
ahora te lo vas a comer.” Hice un esfuerzo máximo, pero…, al llegar a la visera,
la verdad –añadió con una gracia impropia y superior al estado en que se
encontraba-, ya no podía pasar…”.
Lo que quizás no
imaginaba Régulo es que este “pasar” le pesaría, y duro, a quienes cayeran en sus manos
el periódico Democracia, hecho totalmente a mano, y que circuló
por las cárceles como órgano de Alianza Republicana. Ante la llegada de los
guardianes sus confeccionadores debieron tragarse en muchas ocasiones las hojas con sus
escritos.
Una alegoría de cómo tantas historias se ha
tragado la mala e injusta Memoria sobre la Historia. Cada vez nos quedan menos testigos y se releen, escasamente, los testimonios de todas las partes. No lo olvidemos.
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