Todo es posible en América
Musical de West Side Story. De Volodia.es |
En los créditos, al final de la película El vicio del poder (Adam McKay, 2018), un biopic sobre Dick Cheney (Christian Bale), vicepresidente de George W. Bush, podemos escuchar la versión de "Todo es posible en América". Aquel musical universalmente conocido West Side Story. Esta obra de L. Bernstein, Sondheim y Robbins se quedó en el imaginario colectivo como una expresión actualizada de Hamlet, o nuestra Fuenteovejuna; habla de los sueños de millones de emigrantes que cruzaron sus fronteras y se encontraron feroces realidades. Todo un espejismo. Igual que aquel en el que viven los ciudadanos de las Democracias que piensan, y hasta creen ilusamente, que todos sus representantes van a cuidar y cultivar sus derechos y libertades públicas.
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La figura, del que aquí fuera el principal instigador al conflicto, inicia su carrera impulsado por su mujer Lynne Cheney (interpretado por Amy Adams), el verdadero motor de esa obsesión y ambición por el poder, claramente expuesto en el film por la imposibilidad de hacerse ella merecedora de ese puesto por ser eso, mujer. Dick Cheney es dibujado en sus inicios como un caos en lo profesional y personal, para luego iniciar su trabajo como un gris funcionario y un tanto apocado.
Cheney da sus primeros pasos con Richard Nixon, que dimite por el caso Watergate, y posteriormente con Gerald Ford, momentos en los que coincide con Donald Rumsfeld, luego Secretario de Defensa al tiempo con Bush hijo. Será con este último con quien Cheney aprenda las estratagemas y los hilos de manejo de la presidencia.
G. Bush hijo y Cheney. De The New Yorker. |
En el apartado de lo personal y familiar, con clara influencia en determinados periodos de la acción del vicepresidente, figura la aparición de otro tema tabú en la sociedad estadounidense como fuera la homosexualidad de una de sus hijas, fruto de las fuertes campañas republicanas en contra del matrimonio gay. Todos los trazos del personaje llevan a hacérnoslo oportunista, sin convicciones políticas, ni republicanas, donde le resituó su mujer, ni demócratas por mucho que apoyara a su hija, y con un único fin que es la acumulación del poder para la familia y los no explícitos pero lógicos lobbys carroñeros que al tiempo que ganan, alzan o mantienen sus secuaces.
Quizás a lo que nos lleva en el fondo esta película es a conocer el origen, en parte, de cómo funcionan los hilos del poder y el cómo se llega a ocupar, o mejor dicho, a gestionar la administración de este imperio, o encajan en ese paradigma de inobservancia de la lógica de acción sobre lo público en el resto del mundo.
El presidente de EE.UU. Donald Trump. De BBC. |
Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Santiago Abascal (Vox). El Periódico. |
Como dice un amigo, "...que dios nos coja confesados". A lo que yo le cotejo: "...que nos coja nuestra conciencia, nos de un empellón para despertar y ver hacia dónde vamos". Todos.